lunes, 24 de mayo de 2010

Mitos Serbios Sobre Croacia "Croacia usa hoy nombres fasistas en sus calles "

Mito: La República de Croacia cambió nombres de calles para honrar a criminales de guerra y fascistas. Las calles de Croacia están llenas de símbolos nazis y fascistas. El Gobierno croata intentó destruir documentos del Holocausto. Virtualmente todo en Croacia está conectado con el fascismo.


Realidad: Como lo hicieron todos los países que emergieron del comunismo, Croacia quitó símbolos y nombres marxistas de lugares públicos, reemplazándolos con otros que representan la historia y cultura croatas. No hay símbolos fascistas en las calles de Croacia. No hubo ningún intento de destruir documentos sobre el Holocausto. El fascismo no fue glorificado en Croacia.

C. Michael McAdams. Croacia; mito y realidad.



* Muchas veces tenemos conceptos equivocados de las cosas o situaciones, como es este caso, el mito y la realidad no se parecen. El mito dice que Croacia estaba a favor de los fascistas mientras que la realidad lo desmiente alegando pruebas de ello.


Mito Serbio :



Los Serbios en Croacia en los 90s, justificaron su accionar secesionista y el no reconocimiento de Croacia Independiente, apoyados armamentisticamente por Serbia, aludiendo a que temian que se produjera los abusos Croatas que ocurrieron en los años 40, por parte de brigadas Croatas que estubieron a favor de los Nazis.

y debido a esto, ellos iniciaron guerra en contra del estado Serbio. y desde belgrado recibian apoyo, y se les recordaba dicha ocasion de los años 40s, y se les decia que Croacia venia por ellos.



Realidad: El presidente Croata Franjo Tudman, les prometio a todos los serbios de Croacia una vida normal, amparada en la constitucion croata, serian ciudadanos Croatas o minoria serbia en Croacia, hasta les ofrecio cierta autonomia, respaldada en la constitucion Croata, de estado democratico, lo unico que tenian que dar a cambio los Serbios, era desistir de separarse, y dejar las armas y las acciones belicas, y entregar el territorio Croata al gobierno Croata ( tenian tomado con ayuda de belgrado 1 tercio)

5 años de negociaciones del gobierno Croata, el cual de parte de los serbios obtenia "Esto es Serbia", por ende se inicio la accion militar Croata "tormenta" que los derroto, con la mas minimas bajas civiles, accion militar amparada por toda la comunidad internacional.

Video Operación Tormenta

OPERACION TORMENTA, luego de 5 años de ocupacion Serbia en Croacia, los Croatas sin poder enfrentarse por inferioridad militar, luego de 5 años, organizaron una gran campaña Militar, la cual trajo como resultado la liberacion de toda Croacia, y la Victoria Final y consagracion de Independencia que ya habia sido reconoc ...ida mundialmente por mas de 5 años. pero que aun 1 tercio del territorio Croata seguia bajo fuerzas Serbias.


Esta operacion derroto a los Serbios y expulso al ocupador fuera de la Republica de Croacia. 4 al 7 de Agosto 1995, una accion con el mas alto profesionalismo militar, con las minimas bajas civiles para los Serbios. Pero Miles de Serbios fueron forzados a escapar, se podria decir que Croacia devolvio en parte con la misma moneda a los ocupadores que por 5 años, destruyeron todo a su paso en Croacia, y tambien en Bosnia & Hercegovina cuando tanto como Croatas y Bosnios, no tenian capacidad ninguna de enfrentarse a la podersa maquinaria militar Serbia, con esta Operacion las cosas cambiaron.
 
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Video del Ejercito Croata en 1997

Video del Ejercito Croata en 1997, 2 años luego del final de la Guerra en Croacia y el regreso de la paz. Imagenes y videos de ejercicios y conmemoraciones de la victoria y la respectiva independencia Croata. El Ejercito Croata hoy en dia, es parte de la OTAN (Organizacion del Atlantico Norte), y es un ejercito 100 % ...profesional. se fundo y forjo a lo largo de la guerra y agresion Serbia contra Croacia entre 1991-1995.

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Masacre de Srebrenica Bosnia y Hercegovina

MASACRE DE SREBRENICA BOSNIA Y HERCEGOVINA :consistió en el asesinato de aproximadamente unas 8.000 personas de etnia bosnia en la región de Srebrenica, en julio de 1995, durante la Guerra de Bosnia. Dicho asesinato masivo, llevado a cabo por unidades del Ejército de la República Serbia,bajo el mando del general Ratko ...Mladić, así como por un grupo paramilitar serbio conocido como “Los Escorpiones”, se produjo en una zona previamente declarada como "segura" por las Naciones Unidas ya que en ese momento se encontraba bajo la “protección” de 400 cascos azules holandeses.Aunque se buscó especialmente la eliminación de los varones musulmanes bosnios, la masacre incluyó el asesinato de niños, adolescentes, mujeres y ancianos, con el objetivo de conseguir la limpieza étnica de la ciudad. y que asi fuera mayoritariamente Serbia.
El peor Campo de concentracion y matanza desde la segunda guerra mundial.

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Intenso bombardeo en Sarajevo donde mas de 12000 personas perdieron la vida

La intensamente bombardeada y castigada ciudad de Sarajevo en Bosnia & Hercegovina, El ejercito Serbio, la sitio y bombardeo desde el 5 de abril de 1992 al 29 de febrero de 1996.fue el más largo asedio en la historia de la guerra moderna.Se estima que de las más de 12.000 personas que perdieron la vida y

50.000 que resultaron heridos durante el asedio, el 85% de las bajas fueron civiles. A causa de estas muertes y la migración forzada, en 1995 la población de la ciudad disminuyó a 334.663 personas (el 64% de
la población antes de la guerra).

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Bombardeo Serbio a la ciudad de Dubrovnik

Hace 20 años, el bombardeo Serbio a la bella ciudad croata de Dubrovnik, patrimonio de la Unesco que hoy goza del turismo pujante que siempre hubo, hace 20 años fue bombardeada por Fuerzas Serbias enormemente superiores de manera Cobarde, ya que esta ciudad por su caracter turistico, desde 1971, era una zona desmilitarizada.

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Hacer c lick para ver video II

Hacer click para ver video III 1er dia de ataque

domingo, 23 de mayo de 2010

SERBIAN MASSACRES BEFORE NATO AIRSTRIKES.

SERBIAN MASSACRES BEFORE NATO AIRSTRIKES.




While the international groups are not allowed to investigate the sites where the serbian troops killed innocent civilians, hundreds of pictures taken after the crimes occurred show that monsters that were active in Bosnia are now doing their dirty work in Kosova as well.



How many Albanian civilians are dead so far as a result of the Serbian terror? Maybe we will never know. The estimated number is around 2000.



They never found out in Bosnia. New mass graves found in Bosnia change the estimated number of casualties daily.



Below you can find pictures of civilians killed by the serbian troops in 1998 only. Since they are very disturbing, we do not recommend viewing them if you are under 18 and / or sensitive.



Massacre in Rogove Village. January 1999.



Massacre in Reçak, Nerodime. January 1999



Massacre in Abri e Epërme, Drenicë. October, 1998.



Massacre in Lybeniq, Drenicë. Summer, 1998.



Massacre in Prekaz, Drenicë. February, 1998.



http://www.alb-net.com/warcrimes-img/rugove.htm



http://www.alb-net.com/kcc/recak.htm



http://www.alb-net.com/warcrimes-img/lybeniq.htm

El mito Final - Yugoslavia CROATIA: MYTH AND REALITY C. Michael Mc Adam

THE FINAL MYTH: "YUGOSLAVIA"




Despite the myth that the Croatians and Serbs hated each other for "a thousand years," they lived side- by-side in peace until 1918. Croatia took in thousands of Serbian refugees from the advancing Turks and supported Serbia's bid for independence from the Ottoman Empire. It was only in 1918, when Serbia annexed Croatia as part of its newly expanded Kingdom, that the hatred began.



The myth of Yugoslavia was reborn on November 1945, with the Federal People's Republic of Yugoslavia, "a community of peoples who had freely expressed their will to remain united within Yugoslavia" despite the fact that no vote was ever taken. In 1991 and 1992, the people of Yugoslavia for the first time were allowed to vote for myth or reality. The peoples of Slovenia, Croatia, Bosnia-Hercegovina and Macedonia voted for reality in the form of freedom in a new Europe, an end to communism and an end to multi- national empires. The peoples of Kosova and Vojvodina, enslaved in their own homelands, given no vote.



On April 26, 1992, Serbian President Slobodan Milosevic proudly announced the formation of a new federation of Yugoslavia consisting of Serbia, Montenegro and the previously autonomous provinces of Vojvodina and Kosova. In 1995, almost one half of Bosnia was handed to Yugoslavia as a reward for aggression. Like the two Yugoslavias before it, this "state" was also a myth, despite creeping recognition of the third Yugoslavia by European powers in mid- 1996. "Yugoslavia" was just another term "Greater Serbia." Greater Serbia chose communism, expansion, war, and the continued myth of Yugoslavia. The Serbian leadership chose to launch an all-out war of agression against her neighbors to force them to accept myth. When the entire free world finally recognized that Yugoslavia was indeed a myth, Serbia attempted to recreated it with the stroke of a pen backed by a few thousand tanks. On April 29, 1996 Serbia solemnly lared before the World Court that it had played no part in the Bosnian War.



Some myths do not die an easy death

Relato de una victima de Los crímenes de la guerra de Bosnia

"Sereno y pausado, Zulic describió el acoso, la expulsión y el asesinato de la población croata y musulmana de su ciudad, Sanski Most, por parte de las tropas serbias. También aseguró que en su tierra había "buenas relaciones entre las distintas etnias, hasta que en 1992 empezaron los tiros serbios".




Zulic explicó que en 1992 fue encerrado junto con varios centenares de vecinos en unos garajes a las afueras de Sanski Most. "Allí nos pegaban hasta el desmayo. A mí me rompieron un brazo, los dedos de las manos y varias costillas. Tengo unas cuantas vértebras dañadas. Una herida que se me infectó, la abrieron a pelo con una navaja para drenarla. También nos hicieron otras cosas que preferiría mencionar a puerta cerrada", dijo.



La fiscalía le recordó que no era necesario. Los detalles -presumiblemente, haber sido sodomizado por sus carceleros- constaban por escrito. Su relato incluyó un pasaje muy duro sobre la muerte de 20 hombres musulmanes forzados a cavar su propia tumba. Luego rematados a tiros por los soldados y degollados.



Zulic estuvo también detenido en el campo de Manjaca, donde le dieron una paliza que casi lo mata. "Vino una delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja para ver cómo nos trataban. Los carceleros dijeron que éramos prisioneros de guerra y estábamos bien de salud. Yo enseñé mis heridas y por la noche casi acaban conmigo a golpes. Un año después aún no podía andar bien. Pero, saben, lo único que me importa en este mundo es la verdad. Entonces y ahora. Por eso lo hice", aseguró."

El parlamento Serbio pide disculpas por la masacre de Srebrenica

- El documento, que pone de relieve la polarización que persiste en el país, no llega a calificar de "genocidio" lo ocurrido


- 8.000 bosnios musulmanes murieron en 1995 en la localidad entonces bajo protección de la ONU

AGENCIAS. Belgrado Miércoles, 31 de marzo de 2010 - 09:26 h.

El Parlamento serbio aprobó en la madrugada de este miércoles una resolución en la que se disculpa por la masacre cometida en 1995 contra más de 8.000 bosnios musulmanes en la localidad de Srebrenica; en un documento en el que sólo resalta la profunda polizarización que persiste en el país desde que terminó la guerra de Bosnia y en el que no llega a calificar de "genocidio" lo ocurrido.



La resolución expresa su pésame hacia las víctimas y pide disculpas por no haber hecho lo suficiente para prevenir la masacre. La coalición pro occidental gobernante en Serbia, formada por demócratas y socialistas, espera ganarse los favores de la UE y de los inversores con esta medida, que se consumó pasada la medianoche del martes y tras más de 13 horas de debate retransmitidas íntegramente por la televisión estatal.



"Estamos dando adoptando una medida civilizada y políticamente responsable, basada en la convicción política, de los crímenes de guerra que ocurrieron en Srebrenica", dijo Branko Ruzic, diputado del Partido Socialista liderado por Slobodan Milosevic durante la década de los noventa.



Las fuerzas serbo-bosnias, dirigidas por el general Ratko Mladic acabaron con la vida de 8.000 varones bosnios musulmanes después de tomar Srebrenica, un enclave occidental que se encontraba bajo protección de los cascos azules de la ONU. Una masacre considerada como la mayor atrocidad perpetrada en Europa tras la II Guerra Mundial.



Un diplomático occidental destinado en Bosnia cuando ocurrió la masacre indicaba este martes que la aprobación de la resolución tenía un significado menor debido a que no se ha realizado la detención de Mladic. "Es un sucedáneo, es ofensivo y hasta un insulto. Si no se lleva a cabo (la detención de Mladic) a la par que la medida legal, ésta se convierte en insignificante", indicó. "Si piensan que pueden dejar a Mladic libre durante otros 15 años, cometen una grave injusticia".



Belgrado solicitó el pasado mes de diciembre su ingreso en la Unión Europea, pero para poder optar a ello primero debe capturar y enviar a Mladic ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Se cree que el ex general, considerado un héroe nacional por muchos serbios, se esconde en algún lugar de Serbia.



OPINIONES CONTRADICTORIAS



La medida aprobada por el Parlamento sobre en Srebrenica ha generado reacciones enfrentadas entre los legisladores serbios. Para algunos se trata incluso de una medida injusta porque ignora los crímenes de guerra cometidos contra los serbios.



En Srebrenica "los crímenes de guerra no fueron mayores que los ocurridos en otros lugares", afirmó el diputado opositor Velimir Ilic, refiriéndose explícitamente a las operaciones realizadas por el Ejército croata contra los serbo-bosnios durante la guerra. "No podemos dejar todo lo demás al margen".



Otros, como el parlamentario del también opositor Partido Liberal Cedomir Jovanovic, criticaron la medida por no considerar como genocidio los crímenes cometidos en Srebrenica. "Queríamos una resolución totalmente diferente, pero aparentemente eso no es posible", dijo ante el Parlamento Jovanovic. "Nuestra sociedad no tiene la fortaleza suficiente".



Decenas de personas se manifestaron frente al edificio parlamentario. Algunos de los ellos mostrando fotografías de Mladic y del líder serbo-bosnio durante la guerra, Radovan Karadzic, quien está siendo juzgado en La Haya por crímenes de genocidio cometidos Srebrenica. Otros, al contrario, portaban carteles en los que se podía leer: "Srebrenica no fue en mi nombre".



El primer ministro serbio, Mirko Cvetkovic, aseguró a Reuters la semana pasada que la resolución debería ayudar a fortalecer las relaciones con la vecina Bosnia. "Srebrenica para nosotros es un evento que a largo plazo debe abrir las puertas a una futura cooperación", dijo.



Más de 100.000 personas murieron durante la guerra librada entre 1992 y 1995 en Bosnia, país donde la resolución ha sabido a poco. "Muchos criminales que mataron salvajemente a nuestros hijos huyeron a Serbia, donde viven como ciudadanos libres y disfrutan de plenos derechos", señaló Munira Subasic, directora de una asociación de mujeres que perdieron a sus maridos o hijos durante la masacre de Srebrenica.



http://www.diariodenavarra.es/20100331/internacional/el-parlamento-serbio-pide-disculpas-masacre-srebrenica.html?not=2010033102034411&dia=20100331&seccion=internacional&seccion2=internacional

Quince años desde los crímenes de Vukovar

Quince años desde los crímenes de Vukovar


Mujeres de Negro de Belgrado

QUINCE AÑOS DESDE LOS CRÍMENES DE VUKOVAR

COMUNICADO

Con tristeza y vergüenza, recordamos la tragedia de Vukovar que ocurrió hace 15 años. Lo recordamos como el primero de una larga e imperdonable serie de crímenes cometidos en nuestro nombre. Recordamos el crimen, sabiendo que fue iniciado en Belgrado.

El 3 de noviembre de 1991, la institución criminal llamada Ejército Nacional Yugoslavo (JNA) -junto con los Tigres de Arkan, los voluntarios de Šešelj y otros fascistas serbios- empezaron la ofensiva de Vukovar. Los ciudadanos corrientes de Belgrado vieron a esos que convertirían Vukovar en otro Stalingrado arrasado. Desgraciadamente, hoy en día algunos de sus hijos gritan en los estadios de toda Serbia “cuchillo, alambre de espino, Srebrenica”

Los hombres del JNA, que fueron los principales responsables del sufrimiento en Vukovar, Života Panić y Blagoje Adžić, disfrutan de la seguridad de sus pensiones de generales. Radmilo Bogdanović y Zoran Sokolović, responsables del Ministerio Serbio de Interior que reclutaban voluntarios para Vukovar, tampoco han sido castigados. En el pensamiento colectivo, prevalece el deseo de relegar los crímenes de Vukovar al olvido histórico.

Nosotras, Mujeres de Negro, que desde el principio de la violencia hemos señalado el carácter criminal del régimen de Milošević, de los líderes de la Iglesia Ortodoxa y de la ideología de la Gran Serbia de la Academia Serbia de las Artes y las Ciencias, nos hemos opuesto activamente a esa tendencia dominante.

Recordamos lo callada que estaba la opinión pública serbia sobre los crímenes y los criminales serbios. Este silencio propicia nuevos crímenes y nuevas guerras.

Repetimos que para nosotras, al igual que para cualquier ciudadana/o demócrata de Serbia, toda relativización del crimen, justificación del crimen y celebración del crimen es inaceptable. Nosotras decimos a las familias de las víctimas de la agresión en Vukovar,



¡PERDONADNOS!

Haremos todo lo que esté en nuestro poder para que la verdad sobre los crímenes de Vukovar y otros crímenes cometidos durante las guerras entre 1991 y 1999, sean sacados a la luz en Serbia y que todos los responsables de crímenes contra la paz y crímenes contra la humanidad sean llevados ante la justicia y castigados por la ley.

Como muestra de respeto por aquellos que fueron asesinados, así como para expresar la asunción de responsabilidad por los crímenes cometidos en nuestro nombre, una delegación de Mujeres de Negro de Belgrado y otras 20 ciudades de toda Serbia visitará el lugar del crimen en Vukovar, el 18 de noviembre de 2006. Depositaremos una corona con el lema “Perdonadnos - Mujeres de Negro, Serbia”. Pedimos perdón y dedicamos nuestros esfuerzos a impedir que los crímenes de Vukovar sean objeto de relativización y de olvido histórico.



Belgrado, 17 de noviembre de 2006

Mujeres de Negro-Belgrado



Traducción del inglés: Zazu Baigorri, Zaragoza



http://www.nodo50.org/antimilitaristas/spip.php?article2991

Antecedentes del "Carnicero de Sarajevo" del Diario Clarin

Antecedentes del "Carnicero de Sarajevo"


1989. El psiquiatra Radovan Karadzic fundó el Partido Democrático Serbio de Bosnia-Herzegovina.

1991. Eslovenia y Croacia proclaman su independencia de Yugoslavia, rechazada por Belgrado. Se inicia la guerra, detonada por la secesión de Eslovenia. Se reavivan históricos odios entre serbios, croatas, albaneses y bosnios.

1992. Proclamación de la república de Bosnia-Herzegovina en respuesta a la independencia de Bosnia.
El psiquiatra Radovan Karadzic se proclama presidente, con el apoyo del ejército de la república de Yugoslavia.
El 5 de abril se inicia el brutal sitio a Sarajevo, la ciudad donde convivían desde siglos serbios ortodoxos, musulmanes, croatas católicos y judíos, en un verdadero cruce de civilizaciones y físicamente indistinguibles.

Se inicia la "limpieza étnica" con masacres, violaciones y secuestros.

1993. Comienzan los primeros enfrentamientos entre croatas y bosnios musulmanes.

1994 Un acuerdo de paz negociado por Estados Unidos eventualmente unificó las fuerzas croatas y bosnias. Los bombardeos de la OTAN forzaron a los serbios a sentarse en la mesa de negociaciones.

1995. Las fuerzas serbio bosnias ejecutan la masacre de Srebrenica. Al menos 8.000 hombres y jóvenes musulmanes son asesinados.

YUGOSLAVIA: Guerra en Kosovo

YUGOSLAVIA: Guerra en Kosovo


En 1998 el azote de la guerra volvió a la zona de los Balcanes cuando la provincia de Kosovo reavivó su deseo de independizarse de la actual Federación yugoslava, dominada por Serbia.

Sin el apoyo de la comunidad internacional para el reconocimiento de su independencia, pero sí para que logre un autogobierno, la guerrilla albanesa-kosobar mantiene desde febrero de 1998 una lucha implacable contra las fuerzas de Belgrado.

El conflicto estalló en 1990, cuando Serbia anuló la amplia autonomía de la que gozaba la provincia dentro de la Federación Yugoslava, consagrada por el mariscal Tito después de la Segunda Guerra. (Luego de esto, Kosovo comenzo a Revelarse en contra de Serbia )

Los albano-kosobares proclamaron su independencia que no fue reconocida por Serbia. A partir de ese momento se multiplicaron las manifestaciones populares y una fuerte represión serbia como respuesta. La crisis se reavivó en 1996 con el nacimiento de la guerrilla del Ejército de liberación de Kosovo (UCK), que cometió atentados contra policías y funcionarios serbios. El presidente serbio, Slobodan Miosevic, decidió dar una respuesta tardía tras la muerte de dos policías serbios y el 3 de marzo de 1998 ordenó una masacre en Prekaz, donde hubo 72 muertos. La represión se extendió a todo Kosovo y tomó forma de una «limpieza étnica».

La comunidad internacional reaccionó con temor a que se produzca un nuevo conflicto bélico en los Balcanes y que derive en un problema mundial. La provincia serbia de Kosovo, con dos millones de habitantes, es una de las regiones más pobres de Europa. El 90 por ciento de sus habitantes son albaneses étnicos, de mayoría musulmana. Hay 200.000 serbios que son eslavos y su religión es el cristianismo ortodoxo. Esta minoría controla la vida de la provincia.

El odio que hoy recrudece entre albaneses y serbios se remonta al siglo XIII cuando los turcos derrotaron a los serbios, los desplazaron hacia el norte e introdujeron el Islam en la región, que dejaron en manos de los albaneses. Kosovo pasó a formar parte de Serbia después de las guerras balcánicas de 1912 y 1913 y la desaparición de Turquía como potencia europea, al modificarse el mapa de la región. Las seis principales potencias del mundo, agrupadas en el denominado Grupo de Contacto surgido durante el conflicto bélico de la ex-Yugoslavia, aplicaron enérgicas sanciones económicas y militares contra Yugoslavia, en respuesta a la grave represión contra la población albanesa de Kosovo. Hasta julio de 1998 unas 180.000 personas tuvieron que huir de sus hogares por falta de agua y alimentos y por temor a ser asesinados.

60 años para los violadores serbios de la Guerra de Bosnia

60 años para los violadores serbios de la Guerra de Bosnia


Internacional - 27/03/2001 0:00 - Autor: Agencia de Noticias

El Tribunal Penal Internacional para los Crímenes de la antigua Yugoslavia condenó ayer a tres ex oficiales serbobosnios por violaciones masivas y esclavitud sexual, en una sentencia histórica.

Las tres condenas estipulan penas de 12, 20 y 28 años a Zoran Vukovic, Radomir Kovac y Dragoljub Kunarac por violar, esclavizar y torturar a mujeres y niñas musulmanas en 1992. Es la primera vez que el Tribunal de La Haya realiza un juicio independiente por estos cargos y los considera crímenes contra la Humanidad, sólo superados en la severidad de su condena por el genocidio.

«La violación fue utilizada por los miembros de las Fuerzas Armadas serbobosnias como un instrumento de terror», declaró la juez Florence Mumba cuando reveló la decisión del tribunal, tras ocho meses de juicio. «Los tres acusados no son soldados normales cuya moral se hubiera visto meramente afectada por la dureza de la guerra... sino que florecieron en la oscura atmósfera de la deshumanización de

El Tribunal afirma que los tres acusados raptaron a mujeres e incluso a niñas de 12 años y las llevaron a auténticas casas de violación, donde eran brutalmente golpeadas y asaltadas. Los crímenes tuvieron lugar en el verano de 1992, después de que las fuerzas serbobosnias arrasaran la localidad de Foca (al sureste de Bosnia).

Dragoljub Kunarac fue sentenciado a una pena de 28 años de cárcel, Radomir Kovac, a 20 años y Zoran Vukovic, a 12. Los tres, que lideraban las fuerzas serbobosnias durante la ocupación de Foca, fueron acusados de 36 crímenes contra la Humanidad, incluyendo 10 violaciones, y de incumplir las leyes de guerra.

La histórica sentencia de La Haya contrasta con las que emitieron en su día los tribunales de Nuremberg y Tokio después de la II Guerra Mundial y con la reticencia del Gobierno japonés para reconocer la existencia de las llamadas esclavas del placer, que sirvieron para satisfacer a sus soldados.

Entre sollozos

Durante los ocho meses que duró este juicio declararon 63 testigos, incluidas muchas de las mujeres que sufrieron abusos en el verano de 1992. Muchas facilitaron emotivos testimonios, entre sollozos, al amparo de una pantalla y con sus voces distorsionadas.

Cuando las fuerzas serbias ocuparon Foca, los hombres y mujeres de religión musulmana fueron separados. Los hombres fueron detenidos en una prisión local, mientras que las mujeres fueron llevadas a un estadio y a varios hoteles y casas que sirvieron como burdeles a las tropas invasoras.

Muchas mujeres sufrieron permanentes abusos que les dejaron dolorosas secuelas. Una de ellas, identificada como testigo número 75, fue violada durante tres horas por 15 hombres. Los soldados serbios utilizaron el estadio del Partizan para escoger a sus víctimas, de entre unas 72 mujeres, niñas y adolescentes que fueron retenidas allí entre julio y agosto de 1992.

Un hombre empuñando un cuchillo amenazó con sacarle los ojos con un crucifijo a su víctima de 15 años, la forzó a beber alcohol -prohibido por el Islam- y le hizo tomar un nombre serbio mientras la violaba.

Kunarac y Kovac mantuvieron retenidas a jóvenes y niñas en sus cuarteles generales como esclavas sexuales personales y criadas domésticas. Kunarac organizó intercambios de mujeres entre los soldados, mientras que Kovac violó, golpeó y vendió a decenas de jóvenes.

Por qué Croacia buscó la Independencia?

Es esto la pregunta que se hacen muchos extranjeros, aún aquellos que tienen simpatía para la causa croata. No entienden por qué un pueblo relativamente pequeño lucha para independizarse, en vez de bregar hacia uniones más amplias con la idea que la unión es la fuente de la fuerza. Contra los modernos intentos paneuropeos, panamericanos y de mundo único, por qué este pueblo sin libertad trata de revertir la historia y de salir de una comunidad estatal que representa para gran parte de la opinión pública del mundo un peldaño en la progresión hacia la deseada unidad de todo el mundo.

Las ideas, aceptadas como verdades en un momento histórico dado, aunque no sean tales, deben refutarse con una serie de argumentos que son muy difíciles de sintetizar. Es por ello que mis esfuerzos resultarán sólo un esbozo y mis argumentos truncos. Existe, efectivamente, una gran dificultad en intentar la trasposición de ideas y conceptos bastante claros e inteligibles en un ambiente político determinado, el croata, pero muy ajenos en el ambiente latinoamericano, con sus fórmulas consagradas y aceptadas muy distintas y, más todavía, totalmente ajeno a los hechos subyacentes que han provocado la corriente de ideas, actualmente dominante, en el pueblo croata.

Las tres proposiciones básicas que formulo a continuación y que trato de fundamentar, son mi respuesta a este reto.

1

Si la nacionalidad es el conjunto de valores tradicionales de un pueblo, su conservación no es sólo un derecho, sino también un deber.
Los valores culturales son, realmente, fruto de un grupo de seres humanos, pero esto no significa que lo sean sólo como resultado de una raza, que razas puras no existen en el mundo histórico —del prehistórico no podemos hablar— sino que nos encontramos con mezclas y cruzas raciales y etnicas mas o menos estabilizadas, cuyos valores culturales no pueden considerarse como producto de sus genes sino como resultado de sus relaciones con otros hombres o grupos humanos. La cultura, pues, es la conciencia y la experiencia y historica de un grupo determinado, cuya expresión más evidente es el lenguaje. Si nos atenemos a la experiencia histórica como fundamento de nuestras definiciones acerca del origen de los pueblos, podemos decir que ellos son grupos de humanos formados por la historia, en un territorio más o menos determinado, resultado de esfuerzos y luchas comunes, derrotas al igual que victorias.

Con el andar de los tiempos, esta conciencia colectiva, portadora de un haz coherente de valores culturales y éticos, llega a formar sociedades complejas que nada tienen que ver con manadas de seres unidos sólo por su origen y sometidas a la fuerza bruta de sus individuos más potentes. Son grupos morales, portadores de valores espirituales. Son pueblos históricos.

Entre guerras y migraciones, estos grupos históricos intercambian experiencias y valores, absorbiendo los más fuertes a los más débiles pero transformándose aún los victoriosos debido a la influencia de los vencidos, formándose nuevos pueblos y desapareciendo algunos de ellos. En un devenir constante, pero sin grandes sobresaltos; como en un proceso muy complejo, se formaron los pueblos modernos que conocemos y que actualmente ya tienen cierta constancia, fruto de su experiencia en estas luchas.

* * *

Nadie puede dudar de que los croatas son un pueblo con conciencia nacional, con sus tradiciones y sus valores espirituales, un pueblo formado por su historia a lo largo de los siglos.

Sin adentramos en la prehistoria, ni tratar de hurgar en el pasado no histórico con medios filológicos y afines para desentrañar el lejano pasado de los croatas y, más aún, el origen del mismo nombre croata, nos atendremos a los hechos documentados. Según la historia escrita por el emperador de Bizancio Constantino VII Porfirogeneto bajo el título "De administrando imperio", los croatas llegaron a sus tierras actuales como pueblo guerrero formado, dividido en siete tribus, desde allende los Cárpatos, muy probablemente de lo que ahora es Polonia meridional, la comarca alrededor de la ciudad de Cracovia. Su llegada ocurrió durante el reinado del emperador Heraclio, quien los habría llamado para que liberasen de los Avaros las provincias balcánicas de Ilírico y Dalmacia. Dice el Porfirogeneto que para compensarlos por la tarea bien cumplida, el Emperador les concedió el derecho de ocupar estas tierras.


Conociendo el estilo ampuloso de la corte bizantina, en cuyos documentos oficiales hasta las derrotas se transforman en victorias y tierras arrebatadas por fuerza al Imperio en dádivas del Emperador, bien podemos poner en duda les pormenores de esta historia. Pero, en grandes rasgos, sabemos que entre los años 620 y 630 de la era cristiana los croatas ocuparon la parte noroeste de la península balcánica y la región meridional de la llanura panónica, y en seguida formaron entidades políticas, lo que no hubieran podido hacer si no venían como guerreros organizados. Las tierras estaban en gran parte despobladas por las continuas guerras e invasiones. Desde hacía casi tres siglos toda Europa hervía a raíz de la gran migración de los pueblos, al desplazarse hacia regiones más cálidas primero las tribus germánicas y después las eslavas. Los pocos pobladores autóctonos de las regiones más castigadas se refugiaban en pequeñas ciudades-fortalezas, pero, rodeados por los invasores, paulatinamente se asimilaban en la masa del nuevo pueblo dominador.


Muy pronto, en el tiempo del papa Juan IV (640-642) se establecieron los primeros contactos de los croatas con el cristianismo y sin grandes sobresaltos, la cristianización iba avanzando, en su mayor parte procedente desde su polo occidental, romano, hasta que durante el papado de San Agatón (678-684) se firmara el pacto de no agresión entre los croatas y la Sede de San Pedro, el primer tratado internacional concluido por el pueblo croata del que tenemos noción fidedigna.

Entre el Imperio Oriental, el Bizancio, y el Imperio Occidental restablecido en el año 800 por Carlomagno, rey de los francos, los principados o ducados croatas mantuvieron un alto grado de autonomía, pero no la independencia formal, la que alcanzaron recién cuando el duque de la Croacia blanca (es decir occidental) Tomislav ocupó y sometió la Croacia panónica y fue coronado en el año 925 primer Rey de Croacia por el legado del Papa, recibiendo al mismo tiempo del emperador de Constantinopla, con el título de procónsul, el gobierno de las ciudades e islas dálmatas, resto de la antigua provincia de Dalmacia que aún conservaba el Bizancio, por cuanto todo lo que se hallaba fuera de las murallas de estas ciudades ya formaba parte de Croacia.

Este Reino de Croacia, con unos 120.000 km2. se extendía por las actuales regiones y provincias de Istria, el Litoral Croata, la Croacia septentrional, Dalmacia, Bosnia, Herzegovina y Eslavonia (las que, en su mayor parte, aún no llevaban estos nombres) y constituía substancialmente lo que quedó, hasta el día de hoy, el territorio étnico y nacional croata.

Durante casi dos siglos, hasta que desapareciera la dinastía de Trpimir (duque de Croacia y abuelo del primer rey Tomislav), este reino, luchando cntra sus vecinos al igual que los demás, se mantuvo entre el poder naciente de Venecia al oeste, el Reino de Hungria al norte (cuyo primer rey, San Esteban, recibió la corona real años más tarde que el primer rey de Croacia), el Imperio Bizantino al este y al sur y, por un tiempo, contra el poderoso pero efímero Imperio Búlgaro, que reemplazó durante cierto tiempo a los bizantinos.

En 1102, las doce tribus croatas, o sea sus nobles hereditarios, eligieron como rey de Croacia a Koloman, rey de Hungría, y lo coronaron con la tradicional corona croata en la ciudad Biograd na moru. Así se inició una unión que empezó como mero nexo entre dos países bajo el mismo rey, quedando independientes ambos reinos, para transformarse paulatinamente en una confederación, en la cual mermaba constantemente la autonomía croata. Las tierras croatas eran objeto de intentos imperialistas primero de Venecia y, luego, cuando empezó la invasión turca, de las fuerzas del Sultán, lo cual debilitaba a la nobleza croata portadora de la idea nacional croata.


El debilitamiento del Reino de Croacia provocó la secesión de su parte meridional más alejada del centro del poder, formándose ésta como Estado autónomo bajo el nombre de Bosnia, el cual, luego, fue reconocido como independiente, asumiendo su virrey el título de Rey de Bosnia. Este se hizo tan poderoso que durante cierto tiempo podía luchar contra los reyes de Hungría. Sin embargo, no pudo resistir a las invasiones otomanas y fue derrotado y sus dominios anexados por el Imperio Otomano.

Se transformó, en el Imperio Otomano, en una provincia autónoma sumamente importante, ya que gran parte de su nobleza y de los propietarios libres, cansados de invasiones húngaras y la lucha de los húngaros contra los herejes bosníacos, se convirtió al Islam reconociéndosele los privilegios de nobleza, caso único en el Imperio Otomano que desconocía títulos de nobleza hereditarios. Al dominio del bajá de Bosnia, los emperadores turcos añadían sólo las tierras croatas arrebatadas a los cristianos, mientras que las tierras no croatas iban anexadas a otras provincias del Imperio.

De esta época data el dualismo croata: por una parte las tierras que, ante el debilitamiento de Hungría, se plegaron como ésta, pero separadamente, a los Habsburgo, eligiendo al Archiduque Ferdinando en 1527 como rey de Croacia, y por otra parte la Croacia musulmana, bajo el dominio turco, pero gobernada por el bajá o el visir de Bosnia y luchando como vanguardia del Islam. El trágico destino de Croacia fue que de un lado caían los croatas católicos en defensa del Oeste como "antemurale Christianitatis", mientras que por el bando contrario otros croatas, como "espada del Islam", trataban de ampliar la zona del Emperador de Estambul. Y en estas luchas, heroicas por cierto, pero altamente dañinas para la integridad del pueblo croata, éste se desangraba perdiendo su autonomía y sus riquezas biológicas y físicas.

Cuando en 1878 Austria recibió el mandato de ocupar Bosnia, lo hizo por cierto con tropas croatas, pero no la incorporó al resto de Croacia, sino que intentó mantenerla como provincia separada, bajo el dominio austro húngaro, con lo cual perdió las últimas simpatías de Ios croatas por la dinastía de los Habsburgo.

Hasta el año 1918, cuando concluyó la primera guerra mundial, Croacia seguía formando parte del Imperio de los Habsburgo, pero con su integridad territorial gravemente menoscabada por la Corte de Viena y su autonomía constantemente cercenada tanto por el germanismo de Austria como también por el nacionalismo húngaro surgido al despertar el siglo XIX. Con todo, hasta el final de esta larga unión y pasando por todas las vicisitudes, Croacia achicada, truncada, empobrecida, con su nobleza destruida y por ello políticamente debilitada en el viejo imperio feudal donde sólo la nobleza, el clero y los comerciantes adinerados eran considerados portadores del poder político, esta Croacia se mantuvo como reino y siguió reivindicando sus derechos perdidos. Fue así que en esta constante defensa, dividida tanto tiempo entre la católica Viena y la islámica Estambul, O sea formó su personalidad histórica que ostenta en la actualidad: sumamente tenaz en la defensa, apegada a sus derechos, conservadora tanto en su parte católica como en su parte islámica, y con su pueblo profundamente arraigado al terruño.

Estas características constitutivas del alma popular croata, permearon su vida pública y las nuevas corrientes migratorias que se iban asimilando en la etnia croata —no hay guerras sin migraciones y las guerras habían sido un fenómeno constante en aquellas partes del mundo- llegaron a conformar un pueblo indomable en su oposición a los que intentaban doblegarlo, resistente a las presiones extranjeras, de grandes calidades guerreras, pero poco adiestrado en el gobierno y aún menos en la diplomacia. Un pueblo de curas y de guerreros, con intelectuales románticos, pero pocos gobernantes realistas, y una masa campesina fiel pero explotada— para dar una definición sucinta y sencilla. Como todas las definiciones que han de explicar situaciones complejas, es inteligible pero no del todo exacta porque pasa por encima de las excepciones tan importantes en la vida.

Este pueblo templado en la lucha por sus derechos menoscabados, fue llevado en 1918 de una confederación vetusta, anacrónica, injusta, pero conocida, a un nuevo Estado crudo, inculto, injusto y desconocido.

El nuevo Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos, pese a las ilusiones filoeslavas que albergaba parte de los intelectuales croatas, se mostró brutal y opresor igual como los húngaros antes, explotador Como lo fueron los austriacos, pero falto de gracia y de modales culturales que a estos les conferian los siglos de ejercicio del poder. Los servios resultaron la decepción más grande en la historia croata: un pueblo hablando un idioma muy parecido, campesino como el croata, relativamente pequeño pero que quería jugar el papel de dueño de los demás pueblos formadores de un Estado supuestamente común.


Es en este nuevo reino, rebautizado Reino de Yugoslavia por Decreto Real al derogar el Rey la Constitución vigente, que el despertar croata, iniciado en 1860 por el Dr. Ante Starčević y en lo social en -1919 por Esteban Radić, recibió su sello revolucionario y moderno, gracias a la brutalidad servia.

Este pueblo histórico, con una gran experiencia en la vida compartida con otros pueblos dentro de marcos estatales comunes, decidió definitivamente que, para defender su identidad, sus valores, su pasado y sus sueños para el futuro, necesitaba tener su propio Estado ya que todos, repetimos, todos los ensayos anteriores habían fracasado y terminado con tragedias de distintos grados de intensidad.


2

Si en el mundo moderno, el Estado libre y democrático es el único marco político que permite a un pueblo la conservación de sus valores específicos y la transformación de los mismos en un programa de acción politica realista, cada pueblo tiene el deber de conservar su Estado nacional si lo tiene o de establecerlo o restablecerlo si no lo tiene o lo ha perdido.

Croacia representa, en su historia contemporánea, un caso clínico de un pueblo cuya vida pública, política, económica y social, ha sido varias veces truncada debido a la falta de su propio Estado. Ninguna forma de Estado multinacional ha resultado adecuada para que el pueblo croata pudiera desarrollarse como conjunto orgánico de hombres y mujeres libres.

En esto fracasó la forma tradicional, feudal, formalmente cristiana, de los Habsburgo, como había fracasado una sociedad igualmente conservadora, pero islámica, que mantenía en su poder la parte croata que se llama Bosnia y donde los intentos desnacionalizadores de los turcos en su etapa de decadencia provocaron la resistencia armada de los musulmanes croatas.

Pero la Yugoslavia monárquica derechista, al igual que la actual Yugoslavia republicana comunista, el centralismo rígido de los reyes, al igual que el seudofederalismo de Tito, todas estas formas resultaron ineptas para la modernización y democratización de la vida croata, dominada casi siempre por minorías étnicas no croatas, privilegiadas por los dominadores del momento y ayudadas en sus tareas por oportunistas que surgían entre los mismos croatas. La hegemonía de los distintos pueblos dominadores —el austríaco, el húngaro, el servio y, en la parte occidental, el italiano—cortaba los brotes democráticos en la vida croata truncándolos y provocando una oposición y un endurecimiento de posiciones en vez de un trabajo común para el progreso del país.

En las postrimerías del siglo XIX, cuando en Europa central se desarrollaba una gran transformación económica y social debido a los adelantos técnicos, tales como la industrialización, los buques de vapor y los ferrocarriles, las crisis resultantes de estos cambios fueron superadas en los pueblos que vivían en sus propios Estados nacionales con medidas de sus propios gobiernos. En los Estados multinacionales, estas medidas favorecían sólo a los pueblos dominantes, tal como el austríaco y el húngaro en la Monarquía de los Habsburgo.

En los demás, y por ello también en el pueblo croata, sometido a la doble dominación germano-húngara, la industrialización provocó un terrible éxódo de la población rural (campesinos, viñateros, pescadores y marineros) totalmente desprotegida por las autoridades que hasta veían con agrado este éxodo, en la esperanza no disimulada que el mismo permitiría colonizar las comarcas así despobladas con elementos de los pueblos dominantes y formar así, por un lado, un Estado austríaco alemán y, por el otro, un Estado húngaro unificado, como se decía, desde los Cárpatos hasta el Mar Adriático.

Las minas de carbón y los frigoríficos estadounidenses, las comarcas meridionales de Chile y parte de la zona de salitre del norte del mismo país, el Chaco paraguayo y argentino, los bosques del Brasil y partes de la pampa húmeda argentina, para mencionar sólo algunas regiones que se llenaron con estos croatas desposeídos, hablan del fracaso de una administración considerada civilizada, pero que aprovechaba su civilización para levantar palacios en Viena y en Budapest a costilla de las lágrimas y el deterioro de la vida en las regiones explotadas.

Además de la explotación directa, la colonización interna fue la mejor prueba que, para poder progresar en el mundo moderno, un pueblo debe tener su poder político para encauzar lo económico y lo social. Esto vale con prescindencia del sistema económico o modelo que se elija, ya que gobiernos supuestamente liberales, de libre mercado, encauzaban la colonización de los elementos dominantes de modo igual como lo hacían luego gobiernos dirigistas en la Yugoslavia realista y, en mayor escala aún, el gobierno comunista que en cuarenta años duplicó o triplicó el número de los croatas desarraigados en comparación con los que tuvieron que dejar sus hogares en los tiempos austro-húngaros.

Frente a esta experiencia, que el pueblo croata vivió en sólo cien o ciento veinte años. ¿de qué sirven las teorías de la ventaja de cuerpos estatales más grandes? Se puede argumentar que cambiando de régimen las políticas podrán mejorar. Pero si después de pasar una gama completa de regímenes politicos, económicos y sociales, el resultado es siempre idéntico, el éxodo del pueblo croata de su tierra hacia otras regiones donde, naturalmente, ha de desaparecer como tal, no hay más teoría que valga.

Contra los planes y las teorías militan los hechos y es la experiencia la que tiene la voz cantante. Ella demuestra con meridiana claridad que en Estados multinacionales. siempre hay —y siempre habrá— un grupo étnico dominante y que todas las palancas del poder serán usadas para favorecerlo. Sean estos grupos ingleses respecto de los irlandeses, rusos respecto de los ucranianos, armenios, georgianos o los distintos pueblos bálticos, checos respecto de los eslovacos, o actualmente rumanos respecto de los húngaros, como anteriormente lo fueron los húngaros respecto de los rumanos, siempre vemos el mismo resultado y las mismas consecuencias. Sólo que en el caso croata, la gama de combinaciones fue mayor, los ensayos más numerosos y los resultados más nefastos que en los demás casos.

En sólo cuatro años de su independencia nacional en los tiempos modernos, de 1941 a 1945, durante la mayor conflagración bélica de los tiempos actuales, sin organización estatal anteriormente establecida y con una guerra interna y ocupación tenuemente encubierta, Croacia ha demostrado que el Estado Nacional más débil resulta más favorable para los intereses del pueblo croata que la comunidad —federación o confederación— más potente, ya que en sus cuatro años de vida, el Estado croata pudo elevar la cultura y mejorar las relaciones sociales en mayor grado que Yugoslavia lo hiciera durante sus 22 años de monarquía y sus 40 años como república socialista.


3


Sin su propio Estado Nacional, un pueblo no puede asegurar su futuro ni podrá desarrollarse libremente según sus propios valores y en la realización de sus propios intereses.

Esta es la única conclusión válida que podemos sacar de la breve re-seña de la vida pública croata que hicimos.


Hablemos primero de lo cultural y no de lo político y lo económico, porque es en lo cultural que más luce eI alma de una comunidad que llamamos el pueblo.


¿Dónde se habrá visto que la cuestión de reglas ortográficas sea un problema político, que ha de conmover a las autoridades y llevar presos a los que tratan de normar las reglas ortográficas de su idioma? Lo vemos en Yugoslavia, desde que se formó en 1918, y, después del breve lapso de independencia nacional croata de 1941 al 1945, se restableció en su forma comunista en mayo de 1945.

La ortografía es un conjunto de reglas convencionales que permiten unificar la forma de escribir de un idioma. En Francia, es la Academia Francesa, en España, la Real Academia Española, y en otros países distintas instituciones más o menos representativas, las que codifican estas rreglas. Sólo en Yugoslavia es el Gobierno del día que impone las reglas ortográficas y sanciona a los filólogos que se atreven disentir de la politica oficial.

Porque en Yugoslavia, se trata de moldear por fuerza un solo pueblo, usando como material varias entidades nacionales ya formadas, con sus valores culturales fijados y su expresión oral y escrita propias: Y como es de esperar, esta unificación favorece a las expresiones del pueblo domínante, en el caso de Yugoslavia del pueblo servio, cuyos valores han de suplantar a los autóctonos en otras regiones culturales: la macedonia, la eslovena y la croata.

Pero, como el parecido lingüístico entre el servio y el croata es el más pronunciado y estos dos grupos étnicos tienen tradiciones nacionales más enraizadas y más fuertes que los otros dos, la lucha por la unificación se redujo a doblegar al pueblo croata para que la alcanzada unidad nacional entre los servios y croatas permitiera la formación de un núcleo lo suficientemente fuerte para destruir las particularidades de los otros grupos étnicos que forman él Estado yugoslavo y asimilar con más facilidad las minorías étnicas que viven en el marco de este Estado.

La ortografía, que cambia constantemente desde que se ha formado el primer Estado yugoslavo en 1918, en Yugoslavia no es nada más que un arma para la destrucción de las conciencias nacionales propias y separadas de sus pueblos históricos, una expresión tan ridícula que a los extranjeros les resulta poco inteligible. Pero tratemos de entenderlo con un ejemplo similar. ¿Cómo se comportarían los pueblos sudamericanos si en nombre de la unidad sudamericana se impusiera a todos ellos el idioma del más fuerte, el brasileño, y se empezara, ante las resistencias de los de habla hispana, a modificar la ortografía castellana para ajustarla a la portuguesa? Lo mismo valdría si la situación se revirtiese a favor del castellano con respecto al portugués o se impusiera, en nombre de la unidad, un "portuñol" hablado por gente inculta ensalzándolo al pedestal del idioma oficial. No deseo seguir desarrollando este ejemplo, porque las analogías son siempre un arma de doble filo, aunque sirven para explicar ciertos hechos poco inteligibles.

La cuestión idiomática, cuyo aspecto más visible era la cuestión ortográfica, provocó fuertes reacciones croatas en la Yugoslavia monárquica, donde la "unidad nacional" había sido proclamada como el bien supremo. Provocó también violentas reacciones que hemos de lamentar en el breve lapso de la independencia croata, que no tuvo tiempo de asentarse y cicatrizar las heridas del pasado.

Es por ello que los comunistas, que luchaban en la guerra contra el Estado croata y por el restablecimiento del Estado yugoslavo, con un régimen comunista reemplazando al capitalismo primitivo que existía antes, proclamaron la igualdad de los pueblos supuestamente hermanos y como idiomas oficiales del país pusieron el servio, el croata, el esloveno y el macedonio, admitiendo que el segundo y el tercero tuvieran su escritura latina y el primero y el cuarto su escritura cirílica. Pero, pese a esta proclamación, que constitucionalmente fue consagrada con la disposición que los textos legales deberían publicarse en los cuatro idiomas oficiales, ya en el año 1956 volvió a forzarse la unificación del servio y el croata considerándolos como un sólo idioma con dos variantes.

En la práctica, el ejército, los medios masivos de comunicación, el partido único, la Liga de los Comunistas Yugoslavos, usaban una "lingua franca" basada en el idioma servio tal como se habla en la ciudad de Belgrado, destruyendo, con su famosa neohabla comunista, no sólo el croata como expresión cultural de una nación, sino desvirtuando hasta el servio que era el idioma que deseaban proteger y que de un idioma vigoroso y claro se transformó en un "colage" de extranjerismos, barbarismos y neologismos, que los campesinos servios difícilmente podrán reconocer como propio. El afán de un pueblo en destruir los valores y las expresiones de otro pueblo, a la larga se revierte en contra de los dominadores, los que finalmente, al ganar, pierden también lo que tenían de valioso.

Si hemos visto que un régimen materialista como es el comunista, confiere tanta importancia a destruir en nombre del lema "fraternidad y unidad" todo lo que no era servio, ¿qué podemos esperar del mismo en el campo económico y social que es su dominio preferido?

En cuarenta años, Yugoslavia que, como conjunto, era un país con una agricultura y ganadería bien desarrolladas, exportadora de granos y de carnes, se ha transformado en importadora neta de productos alimenticios, lo que financian los Estados Unidos de América, en nombre de su lucha contra el bloque soviético, y que ha provocado un éxodo de los campesinos no sólo a la industria, cuyo rendimiento es ahora mucho más pobre que antes de la guerra, sino como mano de obra barata para los países industriales del occidente. En estas migraciones, el mayor porcentaje corresponde a los croatas, cuya pesca marítima, agricultura, ganadería y minería se vieron destruidas, a fin de quebrar su poderío económico y hacer el país más maleable para los intentos unificadores yugoslavos, por una parte, y la estructuración del comunismo, por la otra.

Un régimen comunista croata ciertamente no hubiera resuelto todos los problemas políticos o económicos, porque ciertos errores son inherentes al sistema comunista, como lo vemos en los demás países de Europa Oriental. Pero tampoco hubiese exportado mano de obra barata y provocado la destrucción sistemática de los bienes existentes como lo hizo Yugoslavia en las comarcas croatas. Hubiera tratado de reforzar la economía socialista tambaleante con aquellas ramas que en sí eran productivas y rendidoras, tal como lo hizo el régimen comunista húngaro o lo tratan de hacer, con menos éxito, el polaco y el rumano.

Un régimen comunista croata no hubiese destruido su propio ejército por cuestiones étnicas y nacionales, sino hubiera tratado de mantenerlo como baluarte de su defensa, contrariamente al régimen yugoslavo. que usaba, por ejemplo, soldados de la minoría albanesa, junto con unidades servias, para sofocar en 1971 el descontento popular en Croacia, y soldados croatas mezclados con los servios, para aplastar el levantamiento de los albaneses en la Provincia de Kosovo, en 1983 y 1984.

Un régimen que trata de reducir la autonomía eslovena, colonizando otros grupos étnicos en un país hasta entonces étnicamente puro y sin problemas raciales o étnicos, ya habla claramente qué es lo que se puede esperar de Estados multinacionales. Nuevos problemas, más graves y más insolubles, en vez de soluciones a los existentes:

* * *
¿Hace falta agregar más para explicar por qué los croatas desean independizarse? Creo que de lo expuesto, resulta claro que los Estados multinacionales en los cuales han vivido sólo les impidieron un desarrollo normal y en nombre de intereses superiores, los llevaron de una dictadura a otra.

Dicho en términos positivos: Los croatas desean independizarse para poder vivir normalmente, como los demás pueblos, desarrollar sus propios valores, organizar su propia vida y alcanzar, con el tiempo, un régimen político de libertad, una economía racional y sin trabas, y un orden social justo, acorde con sus intereses nacionales

Una trilogia de La Jornada tras la muerte del ex presidente yugoslavo por Jose Maria Perez Gay - La Jornada

Una trilogía de La Jornada tras la muerte del ex presidente yugoslavo

Slobodan Milosevic y sus verdugos, La limpieza étnica y La matanza de Srebrenica



José María Pérez Gay

La Jornada





Slobodan Milosevic y sus verdugos. I Parte

Nacido en Belgrado en 1941, Milosevic no era hombre de amigos, sino de cómplices y verdugos. Mira Milosevic, su esposa, fue quizá la única persona en la que el político confiaba sin reservas. Milosevic siempre se ganó la cooperación de muchos compañeros y, con el tiempo, se convirtió en un cuadro político importante en la Yugoslavia de Tito. Se mantuvo en el poder a pesar de las derrotas militantes que sufrió a lo largo de siete años.



El marxismo-leninismo nunca le importó gran cosa. Le importaban los individuos que le servían para mantenerse en el poder. Por eso nunca vio una flagrante contradicción entre su alianza con los comunistas que creían en la Yugoslavia de Tito, en 1991, como Borislav Jovic o los generales Abdic y Velko Kadijevic y su gobierno en Serbia, que contaba entonces con dos viceministros: uno, Vojislav Seselj, el fascista confeso que describió con todo detalle el placer que sentía cuando decapitaba a croatas y albanenses, y otro, Vuk Draskovic, un ególatra iluminado que durante una época encarnó a la oposición democrática. A ambos los tuvo en su día en la cárcel, los sometió a torturas indecibles y, unos meses después, los nombró en su Consejo de Ministros.



Los verdugos de Milosevic en Bosnia fueron durante la guerra Radovan Karadzic y el general Ratko Mladic; el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia los busca hoy por genocidas. Milosevic los erigió en los directores generales de "la limpieza étnica" como antes había nombrado a Milan Babic y a Milan Martic en Croacia. Los cuatro verdugos exterminaron -se calcula- a 40 mil personas. El ultranacionalismo serbio reflejaba entonces -además de una fuerte proclividad a delinquir en el espacio del derecho internacional- un proyecto político e histórico suicida, una sombría tendencia a la destrucción que convirtió la estrategia del establishment de Belgrado en no sólo una guerra despiadada, sino también en una derrota permanente. La estrategia que desintegró la Yugoslavia de Tito, Eslovenia, Croacia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina, que orilló a Montenegro a la proclamación de la independencia y hundió a Kosovo en un mar de sangre. La guerra de Kosovo comenzó en 1989, cuando Slodoban Milosevic, iniciando la frenética campaña de exaltación nacionalista serbia que le permitió hacerse con el poder absoluto -y al mismo tiempo precipitó la desintegración de Yugoslavia-, abolió el estatuto de autonomía de aquella provincia, prohibió a los albano kosovares sus escuelas y toda representatividad pública, y pese a constituir el 90 por ciento de la población, los convirtió en ciudadanos de segunda respecto al diez por ciento restante -la minoría serbia. Si en aquel momento los países occidentales hubieran apoyado -escribe Elizabeth Bäumlin-Bill- a los demócratas que en Yugoslavia resistían los embates de los apparatchik, que a fin de consolidarse en el poder, cambiaron su ideología marxista por el nacionalismo y provocaban a eslovenos, croatas, bosnios y kosovares con la amenaza de una hegemonía serbia sobre la Federación para, en el clima de xenofobia y división así creado, impedir la democratización de Yugoslavia que hubiera puesto fin a su carrera política, Europa se hubiese ahorrado los 200 mil muertos de Bosnia y los sufrimientos incontables de los Balcanes.

Milan Milutinovic, el sucesor en Serbia cuando Milosevic asume la presidencia de Yugoslavia, es un ejemplo perfecto de la legendaria selección negativa que definió a los regímenes comunistas desde Stalin. Sólo hablaban cuando sabían lo que quería escuchar el jefe. Algunos llegaban hasta la ignominia de imitar su voz, sus órdenes y, por supuesto, sus crímenes, como el primer ministro serbio Radomir Bozovic. Esa actitud molestaba tanto a Milosevic, que a los dos meses destituyó a Bozovic. El régimen despobló a Serbia de profesores, intelectuales, artistas y escritores; emigraron más de 300 mil jóvenes universitarios, en el aparato de Milosovic sólo quedaron los que sabían que su propio futuro era el del Jefe supremo.

Slodoban Milosevic nunca tuvo confianza en los militares. Siempre recurrió a la retórica de la gran Yugoslavia, a la figura de Tito, a la inquebrantable unidad de la nación. El Jefe del Estado Mayor, Abdic, y el ministro de la Defensa, Kadijevic, lo apoyaron en todo momento para controlar los separatismos, la nación comenzaba a desintegrarse. Pero Milosovic cometió la tontería de purgar a sus mejores cuadros militares, y nombró a militares cercanos al panserbinismo. Por ese entonces, en abril de 1999, permitió que un nuevo cuerpo policiaco se apoderara del Ministerio del Interior, y lo convirtió en un segundo ejército con mejor armamento. Un cuerpo privilegiado en una Serbia cada vez más pobre, en el que los mandos, y no sólo ellos, desde la guerra de Bosnia, estaban implicados en crímenes de guerra, y sabían que su seguridad significaba la supervivencia de su líder.

La tercera columna del régimen de Milosevic era la mafia, en íntima relación con el aparato político, económico y con las fuerzas de la milicia y soporte de las bandas paramilitares que actuaban como una vanguardia vandálica, cuyo encargo principal era el exterminio de los musulmanes. La milicia compensaba la falta de entusiasmo en los reclutas resignados al abismo, fatalistas incorregibles y las crecientes dificultades para la leva. Aquí ejercían un papel esencial delincuentes habituales como Arkan., que se hicieron millonarios en dólares con favores que se añadían a los cuerpos de los muertos, la cadena de cadáveres que dejaba a su paso.

Zeljko Raznatovic, alias Arkan (1957-2000), asesino a sueldo de Slodoban Milosevic, contratado por los servicios secretos yugoslavos; asaltante de bancos buscado por la Interpol, secuestrador de musulmanes acaudalados, narcotraficante de cocaína y heroína; rey del bajo mundo de Belgrado, diputado en el Parlamento serbio, traficante de armas, héroe de la Gran Serbia, líder de los hinchas, hooligangs, del equipo Estrella Roja de Belgrado, dueño del equipo de futbol Obilich, maestro del futbol yugoslavo; políglota (hablaba seis idiomas a la perfección), cocinero, padre de nueve niños, contrabandista, dueño de tres casinos, marido de la popular cantante Svetlana Velickovic, llamada Checha, comandante del grupo terrorista "Tigres"; Señor de la Guerra en Croacia y Bosnia, jefe de los francotiradores que asolaron durante dos años la ciudad de Sarajevo y asesinaron a más de 876 niños; saqueador, pirómano, habitante de un castillo en Kosovo, portador de la Gran Cruz Serbia, comerciante en importaciones y exportaciones, mayordomo del sátrapa Ratko Ladic; durante los bombardeos de la OTAN, uno de los personajes más entrevistados por la BBC de Londres y la CNN de Atlanta; facilitador de Milo Djukanovic, presidente reformista de Montenegro, ídolo de la juventud serbia, favorito de los periódicos de Nota Roja, asesino serial, genocida. Arkan es el emblema del régimen de Milosevic. El 15 de enero de 1999 cayó traspasado por una lluvia de balas en la sala de recepción del Hotel Intercontinental, en Belgrado. Sus asesinos, miembros de los servicios secretos serbios, huyeron con la protección de la policía.

El problema no fue el de las otras culturas que constituían la Federación Yugoslava -Eslovenia, Croacia, Bosnia, ahora repúblicas independientes- como tampoco lo fue Kosovo. El verdadero problema era la dictadura de Milosevic, fuente principal de los conflictos étnicos y de la explosión histérica de sentimientos nacionalistas que incendiaron los Balcanes. La soberanía tenía límites, y si un gobierno atropella los derechos humanos más elementales y comete crímenes contra la humanidad, con asesinatos colectivos y políticas de purificación étnica, entonces su presidente deberá ser juzgado en la Corte Internacional, como los grandes genocidas de Nuremberg, aunque un ataque cardiaco lo haya puesto fuera de la vida y su justificada condena.

Slobodan Milosevic: la limpieza étnica. Parte II

En abril de 1992, los conflictos en Eslovenia y Croacia se extendieron hasta Bosnia Herzegovina, donde también existían grupos importantes de poblaciones serbias. Un referéndum de autodeterminación celebrado a principios de 1992 en Bosnia Herzegovina se tradujo en respaldo mayoritario a una república independiente y, sobre todo, multiétnica, que reproducía con toda claridad el temor de muchos bosnios a lo que empezaba a ser una realidad preocupante: una "Yugoslavia" en la que -a la luz de la independencia de Croacia y en Eslovenia- la dominación ejercida desde Belgrado era un severo problema. El gobierno bosnio había sentado, por lo demás, las bases de un equilibrio, muy precario, entre las principales comunidades y etnias residentes en la república. Había garantizado, así, un grado notabilísimo de descentralización en la toma de decisiones, había repartido el poder y había decidido prescindir, en fin, de las unidades de la defensa territorial de la república. La respuesta de Milosevic y sus milicias serbiobosnias, apoyadas de nuevo en el ejército federal, fue, sin embargo, la misma que en Croacia: la limpieza étnica se abrió camino en regiones muy extensas, mientras la capital, Sarajevo, era objeto de un bombardeo implacable contra su población civil. Un porcentaje elevadísimo de la población, y sobre todo de la bosnia, se vio obligada a abandonar sus casas y buscar refugio en otras áreas de la república, en Croacia o en otros países. Con el paso del tiempo, y en particular durante 1993, las propias milicias croatas llevaron a cabo también operaciones de limpieza étnica en la Herzegovina occidental, con la víctima principal, de nuevo, la población civil de Bosnia.

El resultado de esta dinámica bélica, de este proyecto genocida de Milosevic, se puede resumir en una cifra que se sitúa en torno a 150 mil muertos, unas 80 mil mujeres violadas y más de la mitad de la población bosnia obligada a buscar refugio o el exilio lejos de sus hogares. A mediados de 1995 las milicias serbiobosnias, dirigidas por el criminal Radovan Karadzic desde el llamado "Parlamento de Pale", controlaban, y habían limpiado étnicamente, 70 por ciento de la superficie de la república. Ante tal estado de cosas, la comunidad internacional decretó un embargo de armas de todos los contendientes: el gobierno de Sarajevo fue, con mucho, la principal víctima de ese embargo, ya que se le privó de un elemento decisivo para defenderse, al tiempo que se permitía que las milicias serbiobosnias hiciesen uso de los arsenales del ejercito federal yugoslavo.

El prestigio de la comunidad internacional, sobre todo de Europa, se había visto erosionado una vez más cuando los serbios se negaron a observar una resolución de la ONU que, mayo de 1993, comprometía a garantizar la seguridad de seis enclaves bosnios: Behac, Gorazde, Sarajevo, Srebrenica, Tuzla y Zepa. Basta con mencionar que Srebrenica y Zepa fueron ocupadas por milicias serbiobosnias en julio de 1995, que en el primero de esos enclaves fueron ejecutados 25 mil varones musulmanes. Para entender cómo se llegó, en Bosnia Herzegovina, a la firma del tratado de Dayton, en 1995, es preciso reseñar algunos cambios operados en los escenarios posyugoslavos, la transformación que se llevó a cabo en las políticas de Milosevic a partir de 1994 tuvo un papel muy importante. Empeñado en propiciar un levantamiento del embargo que su país padecía, Milosevic abandonó al menos formalmente el sueño genocida de la "Gran Serbia". Esta transformación se tradujo pronto en una relación muy tensa con los aliados serbiobosnios, las milicias asesinas que en cierto sentido eran víctimas de sus propios éxitos: tras conquistar un territorio muy grande, se habían visto obligadas a defender una extensa línea del frente de combate, en un escenario en que la prolongación de la guerra provocaba un innegable cansancio, en que eran cada vez más difícil las movilizaciones militares y en que se hacían valer las reticencias de Milosevic a la entrega de nuevos suministros. Milosevic accedió en una repentina decisión o conciencia, en suma, de que el tiempo de las conquistas militares había pasado, de tal suerte que era preferible recoger algo antes de perderlo todo.

A principios de 1994, Milosevic se dio cuenta de que la limpieza étnica había llegado a su fin, había exterminado a 250 mil seres humanos reclamando una pureza racial que sólo existía en sus delirios. En 1999, los combates que se reanudaron con intensidad en Kosovo y fracasan porque la limpieza étnica había sido radical y diabólica. De acuerdo con cálculos de Naciones Unidas, para abril de 1999 la cifra total de bosnios, croatas, eslovenos, montenegrinos, macedonios y albanokosovares asesinados podría llegar a 480 mil personas. La ocupación y limpieza étnica de la "zona protegida" de Srebrenica en presencia de un destacamento de cascos azules holandeses, en julio de 1995, significó el hundimiento definitivo de la misión internacional, y presentó algo insólito: el entendimiento entre los mandos de los cascos azules y los del ejército serbio con mayor crudeza. Srebrenica ha pasado a los anales de la historia de los genocidios como en noviembre de 1993 la artillería croata pasó a los mismos anales cuando hundió el puente viejo de Mostar, símbolo de la ciudad desde 1566. Mostar asediada por los croatas llegó a considerarse "el mayor campo de concentración de Bosnia", por sus dramáticas condiciones de vida, descritas por el director del hospital de la ciudad cercada como Sarajevo, destruida como Vukovar y hambrienta como Zepa. Todo esto en presencia de los cascos azules que nunca pudieron hacer nada. Uno de los capítulos más tétricos de esa locura llamada la muerte de Yugoslavia. La historia del ejercito popular yugoslavo comienza con la lucha guerrillera contra los nazis y termina con el genocidio de su propia población.

Slobodan Milosevic: la matanza de Srebrenica. Parte III y última

El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia presentó en 2000 la acusación de genocidio contra el general Ratko Mladic, jefe del ejército serbiobosnio, y contra Radovan Karadzic, alguna vez presidente de la república de Srpska. Ambos se encuentran desde entonces fugitivos, nadie ha podido dar con su guarida. El Tribunal Penal Internacional no sólo los acusa de la muerte de 200 mil musulmanes bosnios (1992-1995), sino también de la ocupación de la zona protegida por la ONU, Srebrenica, y de haber dado la orden de exterminar a 7 mil hombres musulmanes. Ratko Mladic y Radovan Karadzic fueron los más implacables genocidas después de Milosevic.

Mladic es un hombre robusto con una gran cabeza y cuello de toro. Cuando daba las órdenes con gritos militares, su cara se enrojecía y el sudor cubría su frente. Le gustaba comer y beber muy bien, le encantaban el Cevapcici y la Sarma, los embutidos turcos, especialidades bosnias. Su nombre era para miles de musulmanes sinónimo del terror. Mladic asedió tres años Sarajevo, una ciudad que conocía de memoria, donde vivían su mamá y sus amigos, donde tenía también una casa y una novia. Cuando sus tropas y sus francotiradores, entre ellos Arkan, se retiraron, habían muerto 14 mil personas. Pero faltaban Gorazde y Srebrenica. Los periódicos serbios comparaban a Mladic con el príncipe Lazar Hrebeljanovic, que en 1389 comandó a los serbios en la batalla de Amselfeld contra los musulmanes, y los turcos devastaron sus ejércitos y los sometieron durante siglos. Un día antes de esa batalla, el profeta Elías se le apareció al príncipe Lazar en la forma de un halcón cruel y lo puso ante una alternativa: o ganaba la batalla y conquistaba el reino de Dios en la tierra, o la perdía y alcanzaba con su pueblo un lugar en los cielos. Y desde aquel 28 de junio de 1389, al perder la batalla contra los musulmanes, los serbios se sienten un pueblo asistido por la divinidad, una comunidad diferente, porque había conocido el verdadero martirio.


En el valle de Javor, dentro de la antigua Yugoslavia, rodeada por montañas azules y extensos bosques de un verde oscuro, en el corazón de Europa, se encuentra Srebrenica, una pequeña ciudad luminosa del noreste de Bosnia Herzegovina, conocida por su balneario, su riqueza forestal y sus minas. Entre 1992 y 1995, Srebrenica se convierte en sinónimo de la barbarie en los Balcanes, una de las manifestaciones más contundentes de la miseria humana y del mal. A pesar de que la ONU declaró a la ciudad "zona protegida", sus 37 mil habitantes, la mayoría, musulmanes, sufrieron el asedio de las milicias serbias.

Apenas protegidos por un destacamento de cascos azules holandeses, al mando del coronel Tom Karremanns, los defensores de Srebrenica ofrecen una tenaz resistencia a la ofensiva de las milicias serbias y sus obuses devastadores. Sin agua ni víveres, sin luz eléctrica ni servicios sanitarios, deciden sobrevivir y esperar el desenlace de la guerra. Pero la mañana del 11 de julio de 1995, las brigadas serbias al mando del general Ratko Mladic ocupan la ciudad y, ante la incomprensible pasividad de los cascos azules, asesinan a 7 mil musulmanes, en su mayoría varones de entre 18 y 60 años. La mayor matanza en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. En el granero principal de Srebrenica, los verdugos de Ratko Mladic queman vivos a 2 mil 400 musulmanes. Los cascos azules observan impasibles el martirio, escuchan los gritos y la agonía de las víctimas. Wesley Clark, antiguo alto mando de la OTAN en Europa, acusó hace seis meses ante el Tribunal de La Haya al ex presidente serbio Slobodan Milosevic de haber permitido la carnicería de las tropas serbiobosnias. Cada metro cuadrado de esta ciudad, dice la Asociación de Madres de Srebrenica, está teñido de sangre.

En El genocidio bosnio, Norman Cigar ha escrito que la guerra de Kosovo y el genocidio en Bosnia comenzaron en 1989, cuando Milosevic, iniciando la frenética campaña de exaltación nacionalista serbia que le permitió hacerse del poder absoluto -y, al mismo tiempo, precipitó la desintegración de la Federación Yugoslava-, abolió el estatuto de autonomía de esa provincia, prohibió a los kosovares albaneses sus escuelas y toda representatividad pública y, pese a constituir 90 por ciento de la población, los convirtió en ciudadanos de segunda y los sometió al poder de 10 por ciento de serbios. "La palabra exterminio calza como un guante", escribe Cigar, "a la operación de Milosevic. En plena negociación de la paz en Rambouillet, Milosevic -en contra de los compromisos pactados- inicia la movilización de 40 mil hombres del ejército yugoslavo hacia Kosovo y, unos días más tarde, impermeabiliza la provincia mediante la expulsión de la prensa internacional. Los testimonios recogidos mediante los refugiados kosovares en Macedonia y Albania, indican una fría planificación, ejecutada con precisión científica". En los poblados ocupados por la soldadesca serbia se separa a los jóvenes de los niños, ancianos y mujeres, y se les ejecuta, a veces haciéndolos cavar primero sus propias tumbas. Los registros públicos desaparecen quemados, así como toda documentación que acredite a kosovares y musulmanes como propietarios de casas, tierras o, incluso, de que alguna vez vivieron allí. En cualquier caso, la locura de Milosevic es la limpieza étnica: hacer de Kosovo una región ciento por ciento serbia y ortodoxa, sin rastro de musulmanes o albaneses.

Llama la atención el pliego consignatorio de Louise Arbour, fiscal del Tribunal Penal para la ex Yugoslavia, en mayo de 1999, contra Milosevic. "Se le acusa de haber planificado, instigado, ordenado y efectuado una campaña de terror, violencia y limpieza étnica sistemática efectuada por las fuerzas yugoslavas en Kosovo". En cambio a los militares Ratko Mladic y a Radovan Karadzic se les acusa directamente de "genocidio" y crímenes de guerra, como el de Srebrenica. Unos meses después el Tribunal Penal Internacional de La Haya para la antigua Yugoslavia acusó a Milosevic también de genocidio. Mladic y Karadzic desaparecieron desde la firma de los acuerdos de paz de Dayton que dieron fin a la guerra en diciembre de 1995. Desde hace 11 años, las tropas de la OTAN desplegadas en la zona han intentado en vano detener a ambos criminales y llevarlos a juicio en La Haya. Inútil. Una parte de la población serbia los protege, los considera sus héroes de guerra: en el centro de Belgrado se venden camisetas con las efigies de los dos genocidas, prueba más que evidente que un sector de la sociedad serbia apoyó sus delirios nacionalistas y genocidas. Mladic y Karadzic, al parecer, pueden haberse sometido a una operación de cirugía estética y haber cambiado de rostro, o residir con una identidad falsa en cualquier país extranjero.

Mientras un organismo de la ONU investiga en fosas comunes descubiertas en Bosnia oriental para hallar los miles de cadáveres, la Asociación de Madres de Srebrenica pide justicia y denuncia miles casos. Gordon Bacon, responsable de la Comisión Internacional para Personas Desaparecidas, (ICMP, por sus siglas en inglés) tiene a su cargo la investigación sobre las fosas abiertas de Srebrenica. "Son más de 5 mil", escribe el periodista alemán Rolf Schubert, "apenas han descubierto la cuarta parte".

Desde el siglo XIX, Manuel José Othón descifra otra vez el horror:

¡Qué enferma y dolorida lontananza!
¡Qué inexorable y hosca la llanura!
Flota en todo el paisaje tal pavura
Como si fuera un campo de matanza
Y la sombra que avanza, avanza, avanza.
Parece, con su trágica envoltura,
El alma ingente, plena de amargura,
De los que han de morir sin esperanza.

"Todavía se encuentran restos de cadáveres en la zona, Hay tantas fosas comunes en esta zona de Bosnia oriental que cada metro esta teñido de sangre", dice Hatidza Mehmedovic, la vocera de la Asociación de Madres de Srebrenica. "El único perdón es la justicia. Las madres nos encontramos con gran falta de ayuda, porque los organismos internacionales se llenan la boca con el recuerdo de Srebrenica, pero después no hacen nada. De los 11 mil desaparecidos en julio de 1995, han sido encontrados unos 2 mil restos y otros 5 mil, exhumados, pero permanecen sin identificar. Los demás cadáveres no han aparecido. Nadie frenó esta matanza, los soldados de la ONU nos vieron morir. Muchos serbios saben dónde fueron enterradas las víctimas, pero el miedo les impide hablar".